sábado, 7 de abril de 2012

PC I. Unidad II: Propuestas pedagógicas de tipo individual.



A lo largo de esta segunda unidad revisamos a los pedagogos Decroly, Montessori y Claparède, estos tres autores plantean la necesidad de ver a los estudiantes como entes individuales con necesidades particulares y que muchas veces se dejan de lado en la cuestión educativa. Brevemente resumo la visión que tienen estos pedagogos sobre los niños.

a) Decroly tiene la visión de un “niño que piensa” por lo tanto hay que garantizar el desarrollo de sus funciones mentales a través de una atmosfera global que le provoque a descubrirla. Para Decroly la concepción biológica propia de la evolución del niño era la herramienta básica que había que tomar en cuenta en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Para Decroly el maestro, es un propiciador de experiencias, es respetuoso del niño y su personalidad, es intermediario entre el medio y el niño, debe individualizar la enseñanza, debe considerar las características de cada uno de sus alumnos, debe organizar el espacio y cuidar el periodo de adaptación y debe conocer sobre psicología. Él propone que el maestro debería ayudar al niño en el logro de sus descubrimientos e inventos, pero debería conocer el ritmo del niño para identificar sus potencialidades, y si se consideran las necesidades del niño se llega a conocer sus intereses atrayendo su atención, así ellos buscaran aprender más.

b) Montessori lo consideraba como un “niño perceptivo” debido a la gran cantidad de periodos
sensibles que experimenta y mediante los cuales el puede volverse un ser autónomo y autoeducable, por imitación, práctica y repetición. Para Montessori, el maestro es guía, es activo, es nexo entre el niño y el ambiente preparado, debe proponer desafíos, es formador de los alumnos y debe ser observador, debe conocer las necesidades de cada periodo del niño y debe conocer y manejar los objetivos de cada material. El papel del maestro es el de enseñar a cada niño de forma individual, pero sin imponer lecciones a nadie, por eso su labor es sólo guiar y ayudar al niño de acuerdo a sus necesidades y no debe intervenir hasta que sean ellos quienes lo pidan.

c) Claparède le puede definir como “un niño observable” por lo que el reto es que el docente
le presente un ambiente retador que lo estimule a conocer. En Claparède el maestro es un estimulador de intereses, despertador de necesidades intelectuales y morales y debe aprender a observar a sus alumnos. Con él el maestro ya no es el encargado de modelar la inteligencia y llenar de conocimientos, sino debe estimular sus intereses y despertar sus necesidades, para que con entusiasmo el niño busque aprender. Pero para educar es importante la experiencia adquirida, influyen en el maestro los conocimientos que posea sobre la psicología del niño.

Vale la pena subrayar la importancia que tiene el juego para estos autores, por lo que anexo un artículo que puede serte de utilidad:

Meneses, M. y Monge, M. (2001).El juego en los niños: enfoque teórico. Educación. 25(002). 113-124. Fecha de consulta: 09 de febrero de 2012 de: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/440/44025210.pdf

Por último discutamos sobre las siguientes cuestiones: ¿El concepto de espíritu en Montessori y Claparède se contrapone con una pedagogía científica? ¿Por qué?

No hay comentarios:

Publicar un comentario